Si nuestras casas son realmentes comunidades donde se viven el amor y la unidad,
venceremos toda situación adversa.
El amor empieza por casa; por eso, estemos atentos al modo en que nos
amamos los unos a los otros.
En este sentido, no tengan miedo de amar hasta que les duela porque
así es como Jesús nos ha amado.
Muchos sufrimientos en nuestros hogares provienen del uso incontrolado de las palabras,
dichas en cualquier lugar, frente a otras personas.
Abramos los ojos sobre el daño que provocamos cuando hablamos sin amor.
Extraído del libro: Los cinco minutos de la Madre Teresa
Un diario de reflexiones, oraciones y anécdotas recopiladas
por el P. Angelo Scolozzi.
Editorial Claretiana
1 comentario:
El Amor lo puede todo, sana y salva, anriquece y alegra...
A veces quedamos atrapados en situaciones donde el amor no fluye: es preferible callar que dañar con la palabra ...
Lidia
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