jueves, 19 de agosto de 2010

LLegó el momento de actuar

Debemos hacerlo con los piés en la tierra y los ojos en el cielo.

Abrí tus ojos, la vida celebra. Extendé tus manos, la vida danza. Despertá tu corazón, la vida vibra. La existencia te invita que te sumerjas en la frecuencia del amor, para que tu divinidad humana estalle en infinitos colores. Un nuevo mensaje, disfrazado de palabras, viene a darte impulso. Hay que colorear la Tierra con fragancias sutiles. El mundo necesita que liberes lo más puro de tu esencia. Nuevos aires deben abrazar el cielo. Vinimos a sumar. Vinimos a irradiar. Vinimos a transformar. Llegó el momento de actuar.

¿Cuánto tiempo más esperarás para dar el salto? Podés traspasar las fronteras de tus limitaciones. Podés volar más allá del horizonte. Sólo es necesario que recuperes la confianza. Tu espíritu sabe que tiene una inmensidad por dar. Hay una voz, que desde dentro, clama porque la escuches. No la silencies, es tu verdadera guía. Ignorarla equivale a quedar muerto en vida y condenarse a caminar en las sombras.

El futuro es sólo una proyección. El pasado sólo un recuerdo. Existe únicamente este instante. No sigas postergando por miedo. Nadie más que vos sabe cuántas ganas tenés de vivir una vida distinta, lejos de las presiones sociales y de los cuestionamientos sin sentido. Todo es cuestión de elección. Si sentís que no estás donde tu alma se siente plena, date el permiso interno y simplemente saltá.

Reí, soñá, amá, bailá, disfrutá, qué importa que se te rían. Hacé que tu locura se vuelva contagiosa. Celebrá con la existencia. La frecuencia del amor llama a tu puerta, abrile. Dejá que te impregne con su magia. Gozá. Permitile que libere la presión de tu pecho. No deberías irte de este mundo sin haber dejado todos aquellos regalos que trajiste para dar. Sabés a lo que me refiero. Sólo tenés que animarte.

Basta de excusas. Podrás engañarme mil veces con tus mejores argumentos, pero a vos nunca podrás mentirte. Si te elevás me elevo. Si sanás tus heridas, también sano las mías. No existen las divisiones. Somos Uno. Necesito que disfrutes, también quiero disfrutar. Nunca podré estar completo si sé que una parte de mí quedó enredada en la tristeza, por no animarse a Ser.

Vinimos a transformar la realidad, pero sabés que primero debemos transformarnos a nosotros mismos. Si lo hacemos, podremos ayudar a sumar e irradiaremos una energía más pura y cristalina. Me pediste que te ayudara a recordarlo, éste es el tiempo de actuar. Mirá cuántos colores divinos. Sentí las increíbles fragancias que nos envuelven con dulzura. Saltemos a la vida. Es la frecuencia del amor. Dame tu mano bien fuerte. A la cuenta de tres, lo haremos juntos: uno, dos, tres...

Por  Julio Andrés Pagano proyecto-despertar

3 comentarios:

aapayés dijo...

Me encanto.. me quedo con la reflexión..

Un placer si visitarte.

Un abrazo
Con mis
Saludos fraterno de siempre...

Que disfrutes del fin de semana, son mis mejores deseos..

Lidia M. Domes dijo...

Qué bello recordatorio...

Si, vivamos plenamente!!!!


Abrazos, miles!!!!

MAR dijo...

. Si te elevás me elevo. Si sanás tus heridas, también sano las mías.
PRECIOSO!
Acá me tienes a mi en tu camino para ir por la vida sanando nuestras heridas y compartiendo nuestras penas y alegrías.
Un abrazo fuerte
mar