martes, 12 de agosto de 2008

12 de Agosto Santa Clara de Asís

Virgen n. 16 de julio de 1194 en Asís, Italia;
† 11 de agosto de 1253

Patrona de los ojos; joyeros que trabajan el oro; lavanderos; telégrafo, teléfono y televisión. Protectora contra las enfermedades de los ojos. Se la invoca para pedir buen tiempo.

Mientras tenéis luz, creed en la luz,para que seáis hijos de la luz.(Juan 12, 36) Santa Clara, a ejemplo de San Francisco de Asís, su conciudadano, distribuyó todos sus bienes a los pobres, y formó, bajo la dirección de este gran santo, una sociedad de vírgenes decididas como ella a vivir en el recogimiento y en la penitencia. Habiendo los moros atacado su monasterio, los puso en fuga presentándose ante ellos precedida por el Santísimo Sacramento. Ayunaba a pan y agua todo el Adviento y la Cuaresma; durante mucho tiempo, pasó sin tomar alimento alguno los lunes, miércoles y viernes de cada semana. Siempre llevaba un cilicio, andaba descalza y acostábase sobre sarmientos tirados en el suelo. Murió en 1253.

MEDITACIÓN SOBRE LA VIDA DE SANTA CLARA

I. Se representa a Santa Clara con el Santísimo Sacramento en la mano, y se puede decir que contempló a Jesucristo, en este adorable misterio, para reproducir en su vida las virtudes de que nos da ejemplo. ¿Qué más pobre que Jesucristo oculto en la Eucaristía? Está despojado de todos sus tesoros y todos los atributos de su divinidad están allí como anonadados. Santa Clara ha imitado esta pobreza; fundó una Orden de religiosas que viven sólo de limosnas. ¿Qué amor tenemos nosotros por la pobreza? Para desposarse con ella, Jesús descendió del cielo a la tierra, y tú, por evitarla, te precipitas en el infierno. ¡Cuán dichosos son los cristianos de poder adquirir el reino de los cielos mediante la pobreza! (San Agustín).

II. Nada hay más puro, más casto que Jesucristo en la Eucaristía: tiene cuerpo, pero este cuerpo está glorificado y está privado de todas las satisfacciones de los sentidos. Santa Clara ha imitado esta mortificación; tal era su celo por el ayuno y las austeridades, que San Francisco se vio obligado a moderarlo. ¿Qué dices a esto, cristiano afeminado? El solo pensamiento de las mortificaciones que ha practicado esta santa, ¿no basta ya para asustar tu pusilanimidad?

III. La obediencia de Jesucristo en la Eucaristía es admirable: obedece a la voz del sacerdote, sin tener en cuenta el mérito de la persona que lo manda; está a su disposición tanto de día como de noche. Así es como Santa Clara obedecía a San Francisco, y es así como debes obedecer tú a tus superiores. Mira a Jesús en el Santísimo Sacramento, míralo en la Cruz, y ya no te costará obedecer las órdenes que Él te da por boca de tus superiores.

La pobreza.

Orad por los religiosos.

ORACIÓN
Escuchadnos, oh Dios Salvador nuestro, y que la fiesta de la bienaventurada Clara, vuestra virgen, regocijando nuestra alma, la enriquezca con sentimientos de tierna devoción.

Por J. C. N. S.
TradiciónCatólica.com tradicioncatolica.com

1 comentario:

Lidia M. Domes dijo...

Santa Clara, que le dio el nombre a tu mamá y a la mía...

Honremos a nuestras madres en nuestros corazones!!!

Besos,

Lidia