lunes, 26 de noviembre de 2007

El espejo del alma


Dicen que el rostro es el espejo del alma;
en él se manifiestan los distintos estados
anímicos, las distintas disposiciones internas.
Si no quieres que tu rostro refleje la cólera o
el mal humor, no lo fomentes en tu interior;
no ofrezcas a tus familiares, a tu dependientes,
a quienes tratan contigo, o se mueven a tu alrededor,
la triste escena de un rostro amargado, aplastado,
repelente.
Ofrece más bien un aspecto alegre, optimista, emprendedor;
la sonrisa es siempre más atractiva que el ceño adusto o el
gesto amargante.
Y no sólo más atractiva, sino también mas constructiva;
será más, conseguirás más, serás más útil, si en tu interior
fomentas el orden, la tranquilidad y una serena paz.
Serás más acepto a los demás, porque en tu exterior,
en tu rostro aparecerá tu interior.

Extraído del libro: Los Cinco Minutos de Dios
Autor: Alfonso Milagro
Editorial Claretiana

3 comentarios:

Lidia M. Domes dijo...

Muy lindo!!!
Y si el rostro es el espejo del alma, los ojos son sus ventanas, allí, en lo profundo de la mirada se pueden contactar hasta los secretos del corazón!!!

Besos.
Lidia

julio-entuinterior dijo...

Totalmente de acuerdo, Silvia, siempre y cuando, como dice el texto, esa sonrisa salga de nuestro interior; no producirá los mismos efectos una sonrisa forzada, impuesta.
Y la mirada...len la mirada es en donde mejor se manmifiesta.

Un beso

Unknown dijo...

Hermoso texto, querida Silvia. Mostremos siempre un rostro claro, sereno. Un beso, amiga mía,
V.