lunes, 3 de septiembre de 2012


Flores silvestres


Sobre paisajes agrestes
al contemplar se presiente
cierto prodigio silente
de bellas flores silvestres.

Azules, ocres o lilas,
rosa tenue o carmín,
dilátense mis pupilas
contemplándolas al fin.

Si cual ardiente crisol,
en largas tardes de estío
mustia las flores del sol,
súbito cobran el brío.

Y es que la lluvia estival
ante el calor se conduele,
pues toda sed vegetal
con sus gotas calmar suele.

Son sus pétalos de seda,
y no existe genio humano
cuya ciencia sembrar pueda,
lo que Dios con sabia mano.
                                                         
                                                                Poemas Ada Barceló

1 comentario:

M. J. Verdú dijo...

Precioso poema, floral y delicado con fragancia de pradera y de flora salvaje.

Un placer leerlo