sábado, 11 de diciembre de 2010

La señal

A veces, simplemente tenemos que elevar la vista.

¿Creés que nadie te ve? ¿Pensás que nadie te escucha? Mientras los días se te escapan de las manos, las dudas te acechan de manera implacable. Tu pecho se ahoga en un mar de contradicciones. Hay pasos claves que no te animás a dar. Hablás hacia adentro, como quien esconde un secreto. Tus labios se mueven de manera casi imperceptible. Un llamado de auxilio es lanzado a la existencia a través del brillo de tus ojos. Este mensaje viene a tu encuentro, ¿pediste una señal?

Sin importar la edad, en muchas circunstancias de la vida nos sentimos como niños. Necesitamos que nos digan qué tenemos que hacer. Decidir es como intentar hacer una pirueta en el aire sabiendo que no hay red. Pretendemos que nos garanticen que alcanzaremos, con éxito, el otro extremo de la barra antes de dar el salto. Esos son los instantes críticos en que recordamos que existen fuerzas superiores, que cada uno invoca de la mejor manera que puede.

Nadie puede vivir por nosotros. Eso implica que ningún otro podrá mover nuestros piés. Es tiempo de que tomes tus propias decisiones. Si estás parado en una vereda que sentís ajena, comenzá el regreso a tu hogar. No existen los mapas en las calles de la existencia. Guiate por el corazón, es una brújula maestra. No temas equivocarte, es una manera de aprender. Qué importa si te das algunos golpes, vas camino a tu casa. Recordá... recordá, buscá en tu memoria antigua y reviví el calor del hogar.

No creas que soy ajeno a esta realidad. También me invaden las dudas cuando en el camino se cruzan el dolor, la pena o el sufrimiento. De todos modos, aunque no los vea, sé que estamos asistidos por seres que nos acompañan con su cálida luz cristalina. No están para evitar que recibamos nuestros aprendizajes, son quienes nos ayudan a ponernos de pié, y nos infunden el coraje necesario para intentarlo de nuevo.

Nunca estás solo. Tus palabras son escuchadas. Las respuestas llegan, sólo debemos aprender a descubrirlas. Cada vez que superamos una instancia adversa, la energía del gozo recorre nuestro cuerpo, y un ángel sonríe al besar nuestra alma. ¿Necesitabas alguna prueba que confirme tus ruegos? Camuflado en forma de mensaje, hoy la existencia te acerca estas palabras para que recibas tu señal.

Por: Julio Andrés Pagano--proyecto-despertar.

Fotografía: Silvia Cristina

2 comentarios:

Lidia M. Domes dijo...

Hermoso texto!!!

Un abrazo y hasta la vuelta!!!!

Hada Saltarina dijo...

"Las respuestas llegan, sólo debemos aprender a descubrirlas". Así es.

Un gran abrazo