martes, 18 de agosto de 2009
Que sepa ser buen viejo
Señor, que has dividido la vida del hombre en etapas y que has hecho la vejez; no permitas que yo me convierta en uno de esos viejos gruñones, siempre dispuestos a denigrar, a protestar, a gruñir, a refunfuñar, que se entristecen a sí mismos y resultan insoportables a los demás.
Consérvame la sonrisa y la risa aunque muestre mi boca desdentada o mis dientes postizos.
Consérvame el sentido del humor, que sabe poner las cosas, las personas -y a mí mismo- en su justo lugar, que nos permite reírnos de nuestros propios males y transformar nuestras penas en objeto de simpáticas bromas.
Haz de mí, Señor, un viejo sonriente, que no pudiendo ya dar grandes cosas a mis hermanos, les dé, al menos, un poco de alegría.
Señor, que has plantado en mi pecho un corazón de carne para amar y ser amado, un corazón semejante al Corazón traspasado de tu Hijo, no permitas que me convierta en un viejo egoísta, acurrucado y encapsulado sobre mí pequeño yo, encerrado en mis limitaciones como entre cuatro paredes, azarado continuamente por el temor de lo que me falta, de lo que me puede faltar y de las corrientes de aire.
Consérvame un corazón abierto, y unas manos dispuestas a apretar otras manos y a abrirse para dar.
Fuente:Web Católico de Javier
Imágen: Silvia Cristina
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13 comentarios:
que aprendamos del todo la paz
Me gustó mucho tu escrito. es una oración muy sentida ..
Un abrazo
Saludos fraternos
Silvia Cristina
Yo pido al Señor lo mismo que el autor de este texto.
Pido que seamos luz y buena compañía hasta los últimos días de nuestras vidas.
Un abrazo.
Juan Antonio
Me encantó! que preciosa oración!
un abrazote enorme, y que la paz y la luz estén siempre contigo!
Que belleza de entrada , para que a todos no nos falte nunca la sonrisa y la actitud positiva ante cualquier etapa en esta vida ...
abracitos de cariño
Es una oración muy tierna y real,me ha gustado,la guardaré para que cuando yo sea viejita la recuerde bien,besos!
Hacemos nuestra esta petición. El tiempo pasa rápido y no queremos que nos sorprenda la vejez, sin estar preparados.
No queremos que las durezas del camino, nos terminen endureciendo el corazón. Habrá que esforzarse en ser buenos y queribles. El premio, será el amor de los que nos rodeen.
Cariños.
Afortunadamente o desafortunadamente me ha tocado y me toca vivir rodeado de evidencias de un principio: El anciano es una especie de concentrado de lo que la persona fue en el resto de su vida
Hay anciantitos(as) dulces, y también hay recabronazos con pintas
Entonces mi Silvita querida, mantengamos un alma siempre joven, que no tenga edad, porque sòlo ella nos da capullos y retoños nuevos,nos mantiene vitalesK; el resto se va gastando como todo por el tiempo..
Pero, con ella asì, hasta nuestra imagen serà la de un viejo joven.
Verdad?
Besitos mi niña linda
Agualuna-Sussy
Me apunto,me apunto, Silvia. Ya me darás la dirección para mandar una carta similar :) :)
Un abrazo
Querida amiga, que bella entrada... el 18 de agosto, fecha de tu entrada, fue el cumpleaños de mi padre...;-)
Fui una hija consentida de mi padre...lo reconozco, como tambien sé que cuando tenía que ser enérgico lo era con la misma intensidad...
Mi viejito...cuya presencia honro en mi vida por todolo que me brindo, en lo bueno y en lo difícil, al igual que mi madre.
Ambos murieron hace ya 10 años ella, 9 años él...
Aprendí de mis padres que la vejez no existe, la vejez es algo de esta vida y representa ocaso...y yo la veo diferente...la veo como una oportunidad de libertad para mi, un espacio que la vida me brinda para reconocer mi sabiduría y en ella agradecer mi vida al dios de mi comprension y de mi corazón... por todo lo que me ha brindado hasta aquí en juventud de espíritu que trasciende a mi fisico... y eso.. eso es un regalo de la vida...;-)
Yo soy vida atemporal...soy tiempo y espacio infinito...incluso bajo la tierra, junto a mis padres...;-)
Besos Silvia,
Ali
El sólo hecho de proponerse tal actitud, en un sentido pedido a Dios, es casi una garantía de su logro...
Supongo que los gruñones, enojadizos, quisquillosos, nunca se han dado cuenta de su condición, o no les interesa cambiar...
Un abrazo,
Lidia
Hola Silvia Cristina!
Como me identifico con las buenas intenciones de este texto.
Que sepamos envejecer, eso hay que pedir.
Un abrazo.
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